Jorge Lorenzo lo tenía claro. En sus planes no estaba volver de Malasia sin el título del mundo y, cómo no, cumplió con lo prometido. El piloto español finalizó tercero en Sepang y desbordó la fiesta en su equipo.
El italiano se destacó en las primeras vueltas y parecía que caminaría en solitario hasta la última vuelta, pero no pudo resistir su prolongado ritmo y acabó derrotado por el insaciable Lorenzo.
Las tres últimas vueltas fueron un poco angustiosas. Aoyama se marchó hacia la victoria mientras que Barberá aprovechó la caída de "Dovi" y el desconcierto de Kallio para lograr una segunda posición que le reivindica en la categoría cuando peor podían ir las cosas para él.
Como se podía imaginar, el "Lorenzo show" no se iba a conformar con repartir camisetas en el equipo. Jorge se vistió como Rocky Balboa mientras le hacían entrega del cinturón de campeón del mundo de los pesos pesados.Su nuevo reto es ser el mejor entre los más grandes del motociclismo.
Susana Ramos Muñoz
Blanca de Haro López
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