domingo, 9 de diciembre de 2007

Aprobado el proyecto de Constitución de Bolivia

El proyecto para la nueva Constitución de Bolivia que abandera el presidente Evo Morales con el objetivo de "refundar" el país ha sido aprobado artículo por artículo, en ausencia del principal partido opositor y con polémica sobre el artículo que establece cuál es la capital efectiva del país. La nueva Carta Magna convertirá a Bolivia en un estado distinto en su concepción política, judicial, económica y social.

Tras más de 13 horas de sesión ininterrumpida, el proyecto fue votado al detalle por dos tercios de los 164 asambleístas presentes, de 255 elegidos en 2006, pero todavía debe ser sometido a referéndum y después revisado. La iniciativa contempla la reelección presidencial por un periodo adicional, no de forma indefinida como había sido propuesto.

El principal partido opositor, el derechista Podemos, se negó a asistir al Centro de Convenciones de la Universidad Técnica de Oruro (capital de la provincia donde nació Evo Morales y bastión del Movimiento al Socialismo). Pero varios de sus miembros interrumpieron bruscamente el inicio de la sesión a gritos de "¡libertad!" y descalificaciones contra la Asamblea que consideran "ilegal", tras los violentos sucesos ocurridos durante la aprobación de la Carta Magna en su primera fase, en la ciudad de Sucre, sede original del cónclave.

En cambio, hizo su aparición el partido opositor de centro, Unidad Nacional, para "presentar la batalla democrática desde adentro, porque esta no debe darse en enfrentamientos violentos en las calles", argumentó su líder centrista, el empresario Samuel Doria Medina.

La orden de terminar rápidamente, sin intermedios y sin dormir, hasta ratificar los 408 artículos y disposiciones transitorias, provino del jefe de Estado. Evo Morales no quería dilatar más las discusiones sobre la nueva Constitución, que no reconocen seis de los nueve gobernadores del país, quienes llaman al desacato y la desobediencia civil por considerar que es una "imposición del MAS".

Los asambleístas han resistido la sesión de negociación gracias al café y al ritual del acullico (costumbre andina de masticar hojas de coca para mantenerse despierto). En el exterior del recinto, soportando un frío de unos dos grados, unos 1.000 partidarios de Evo Morales han velado por la "seguridad" del cónclave, envueltos en mantas y alrededor de hogueras.

La mayoría son mineros de la zona, campesinos, y comerciantes gremiales, a los que se han unido pobladores de la ciudad de El Alto (ciudad dormitorio de La Paz, a tres horas de carretera) y a los que se sumaron cientos de campesinos cocaleros procedentes del trópico del Chapare, cuna sindical de Evo Morales.

El presidente de Bolivia ha mostrado su satisfacción por la aprobación en detalle de su proyecto. "Es una gran alegría para mí y para el movimiento obrero y campesino", afirmó Morales a los periodistas a las puertas de la residencia presidencial, en La Paz, antes de partir hacia Argentina para asistir al acto de fundación del Banco del Sur.

El gobernante dijo que el proyecto aprobado no es exclusivo de su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS), sino que representa a todas las fuerzas políticas y a los nueve departamentos bolivianos.



Blanca de Haro López

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