Hace algunos días, nos acercamos a la escuela de adultos en Garrucha y preguntamos si podíamos quedarnos una tarde para hacer un artículo de opinión. ¡Las profesoras nos acogieron entusiasmadamente!
La escuela de adultos está situada en la calle Subida de la Marina, en Garrucha.
Consta de dos profesoras, Verónica y Encarnación.
Está dividida en tres grupos: uno es la "enseñaza para mayores", que es donde pasamos toda la tarde; otro es el de “alfabetización” ,y el otro grupo es el de “español para extranjeros” (un grupo de mujeres marroquíes, otro para senegaleses y otro para europeos).
Las clases están divididas en varias mesas, donde hay materiales para las alumnas.
Cada clase empieza con una lectura, que prosigue con un debate sobre el texto, en el cual todas las mayores discuten por turnos.
La profesora intenta enserñarles a través de textos, términos que desconocen, y así despertar el interés de ellas.
Entre los tres grupos, la escuela consta de unas 130 alumnas.
Es muy interesante la manera con la que la profesora intenta acercarse a las alumnas, y al mismo tiempo hace que aprendan cosas nuevas.
Todos los viernes se organizan talleres de informática, bailes o de manualidades en los cuales pueden participar gratuitamente.
También algunas veces se organizan excursiones, que también son gratuitas, a diferentes lugares de Andalucía.
Es una enseñana globalizada, en la clase no se dan directamente asignaturas como lengua, educación física u otras, pero a través de lecturas de textos, bailes y otras cosas más, se intenta reforzar las cualidades de estas mayores.
Las mujeres de este grupo tienen mucho mérito, ya que por circunstancias diferentes en su infancia les ha sido negada la asistencia a una enseñanza, y ahora a estas alturas afrontan todo de nuevo con tantas ganas y esfuerzo.
Al final de curso, como nosotros en el instituto, recibirán unas “notas”, con sus aprobados y suspensos.
Desde aquí les agradecemos a las profesoras por habernos acogido esa tarde, y a las alumnas por tratarnos bien y enseñarnos como es su día a día.
Diana Rosa Morgari García
Tania Martos Molero